No es nada fácil explicarlo con palabras, pero lo intentaré:
Soy un aprendiz de pintor que cada vez tengo más ilusión, más sensibilidad y más fuerza para ahondar más en mi forma de entender mi arte.
Cuando estoy desarrollando todo el proceso, me parece que estoy en un estado de ingravidez, no se si estoy sentado, de pie o de lado.
Sobretodo me siento libre de cualquier presión o preocupación externa cuando pongo manchas en el lienzo. Me libero de todo y el tiempo se para.
Disfruto y soy feliz con lo que hago, cuando las manchas van teniendo la forma que pretendo.
Siento alegría y expectación cuando falta poco para terminar.
Siento inseguridad cuando se prolonga la terminación.
Soy muy feliz cuando termino y al mismo tiempo y al mismo tiempo siento un gran vacío porque no hay más. En ese momento empieza otro proceso de situación y selección para acertar en elegir la siguiente obra y para cuando.
Juan Barroso González